martes, 7 de enero de 2014

La enseñanza del Patrimonio en el aula. Córdoba, paisaje patrimonial

"Los cordobeses  somos los primeros en darnos cuenta que Córdoba es fundamentalmente cultura por cuanto tenemos patrimonio,  historia,  geografía cultural, creadores y vida, por lo que la reivindicamos"
 

• ¿Para qué sirve la enseñanza del Patrimonio en el aula y fuera de ella?
• Morfología y estructura urbanas modernas frente a cascos históricos: degradación, despoblación –o envejecimiento de la misma- ¿Qué hacer? ¿Cómo hacer que el alumnado lo aprecie y lo defienda en el futuro?
• Lo antiguo, lo moderno y lo postmoderno o contemporáneo: ¿pueden cohabitar?
• Las ciudades con Historia –e incluso ciudades patrimonio de la humanidad- que pueden tener como función predominante la turística, ¿pueden tender a un “turismo sostenible” o a un “ecodesarrollo”?

1. ¿Para qué sirve la enseñanza del Patrimonio en el aula y fuera de ella?

 • ¿Cómo explicar que el entorno de Tendillas –Claudio Marcelo… es una zona relativamente reciente, de los años 20 de nuestro pasado siglo?
• O, ¿cómo explicar ahora, que, milagros de la especulación y de la estructura urbana, esa zona degradada que hace años era la zona del ferrocarril, que dividía a Córdoba en dos y que incluso costó la vida de algún alumno cuando estábamos en un centro educativo de “la otra Córdoba”, ahora es una de las zonas más caras de la ciudad, con el permiso de la especulación del ladrillo, el entorno del bautizado “paseo marítimo”?

Cuando realizamos el paseo por Córdoba nos vamos al cementerio de la Salud o a los próximos mausoleos de Puerta de Gallegos. A veces buscamos la mezquita de córdoba. Y quizá e
iniciamos el camino desde el puente romano a su paso por Córdoba.

• Cuando se continúa con la explicación de Corduba en la zona intramuros se destaca que en época romana –incluyendo la ampliación de Augusto- el actual espacio ocupado por la actual Judería estaba formado por manzanas regulares, “insulae”, muy lejano al aspecto que esa zona tuvo siglos después.
Recordamos que hay una ciudad árabe y cristiana. Y que la contemporaneidad ha alargado estas épocas

El descubrir el patrimonio de una ciudad es un trabajo arduo y complejo. De  pronto lo que pudiera parecernos una aproximación desborda el marco.

PARA SABER MÁS VER:


2. Paisaje urbano. Morfología y estructura urbanas modernas frente a cascos históricos degradados.

El paisaje urbano es un conjunto de elementos arquitectónicos, urbanísticos..., que en armonía con los monumentos, población..., hacen que las ciudades tengan su propia personalidad.

Desde el inicio de la Revolución Industrial el movimiento obrero ha luchado por conseguir viviendas con unas mínimas condiciones de habitabilidad, probablemente por encima de cualquier preocupación de tipo histórico-artístico.

Sin embargo y, probablemente por la propia lucha obrera que consiguió, más o menos, viviendas dignas para el proletariado y las clases medias, la propia izquierda a partir de los años setenta y al final del pasado milenio, reivindicó no ya el derecho a una vivienda digna, sino también a la recuperación de los Centros Históricos, probablemente por encima de los intereses de una burguesía constructora. Ya se habla de la cultura, del patrimonio heredado, además de la cobertura de las necesidades básicas.

 Puerta oculta, en la muralla límite axequía-medina, C. Feria. Teodosio
 Puerta oculta, en la muralla límite axequía-medina,
C. Feria. Teodosio
Esta cuestión puede chocar con lo sucedido en el modelo de ciudad americana, donde parte de los centros ha quedado reservado a clases marginales, o lo que ha sucedido por ejemplo en las ciudades francesas, pues conviene recordar que muchos de los conflictos sucedidos en los últimos años no sólo se han generado en ciudades dormitorio de los alrededores de París, como Trappes, sino también en barrios próximos al centro, como Saint Denis. Igualmente en las ciudades españolas los Centros Históricos, sin espacios verdes, con casas de vecinos, incómodos para desarrollar un modelo de vida burguesa –imitando al modelo americano (coche, casa unifamiliar, amplias vías para desplazamientos rápidos...)-, se pueden convertir en espacios degradados que posteriormente han de ser transformados radicalmente. Por suerte el mundo político de nuestras ciudades ha decidido sacar de la marginalidad los barrios del casco antiguo. Es realmente sorprendente observar cómo barrios marginales de Córdoba, por ejemplo (parte de la Ajerquía) han sido rehabilitadas, incluso contando con fondos europeos (proyecto Urban –Ribera) -¿ Es buena la gentilización -gentrificación-?

¿Cómo se puede conservación de los espacios?:

Por una parte, que los propios habitantes puedan asumir, o compartir, un modo de vida urbano que probablemente no pase por disfrutar de pista de tenis y piscina en la propia casa-bloque del ensanche urbano o de la periferia, que deban soportar las incomodidades que se plantean debido a la falta de aparcamientos, calles estrechas... Y realmente, esta cuestión es compleja (por ejemplo hay que reseñar las críticas que por parte de un grupo de ciudadanos y ciudadanas, incluyendo comerciantes, están protagonizando con el cierre de calles en el centro de Córdoba, como sucedió en la zona de la calle San Pablo –cercana al Ayuntamiento- y otras en la Judería)

Por otra, la actuación decidida de los poderes públicos apoyando financieramente, con colaboración administrativa y técnica a personas que viven en estas zonas y que por distintos factores no pueden hacer frente al coste que supone rehabilitar antiguas viviendas.

E igualmente, la financiación de las instituciones para conseguir que determinadas edificaciones existentes en esos espacios, antiguos edificios civiles o religiosos, puedan tener una nueva función de carácter administrativo, educativo o cultural que permitan hacer que parte de la población se acerque al Centro Histórico.

Los Centros Históricos están  cargado de valores simbólicos, históricos, culturales y urbanísticos, además de un caso singular de integración entre paisaje natural y paisaje cultural.  Tras años de despoblación, deterioro físico y pérdida de vitalidad funcional ha iniciado el ciclo de la recuperación. Esta recuperación, todavía incipiente, hay que seguir estimulándola y manejándola con precaución para evitar los procesos especulativos, conflictos funcionales o una “turistización” excesiva que den al traste con uno de los valores fundamentales de la Ciudad Alta: seguir siendo un espacio urbano vivo donde conviven distintos grupos sociales y diferentes funciones urbanas..

Principios:

• Supervivencia como espacio urbano vivo y dinámico dependerá, en buena medida, de la capacidad del planeamiento para contribuir a mantenerlo activo y multifuncional con un papel diferenciado en el conjunto de la ciudad.

• El casco antiguo debe estar profundamente integrado en la estructura funcional de una ciudad donde, sin ser el centro urbano económico, desempeña funciones residenciales, socioculturales, educativas, religiosas y turísticas.

• Valoramos este centro histórico...como un recurso y un patrimonio cultural colectivo, cuya conservación requiere un compromiso social con la recuperación integral de la ciudad.. Esta recuperación es una tarea lenta, costosa, no exenta de dificultades y para la cual es necesaria la participación de las diversas instituciones públicas y de la iniciativa privada.

• Entendemos la ciudad del presente como una proyección en el espacio de las herencias de la historia, cuya investigación permite comprender la lógica que debe presidir cualquier transformación urbanística, así como el sentido de las relaciones que existen entre los elementos arquitectónicos y las  realidades sociales y funcionales...”

-  concienciar al   alumnado a la sociedad y las instituciones. Para una sociedad, para una cultura,   perder la memoria histórica colectiva es muy  grave

3. Lo antiguo y lo contemporáneo: ¿pueden cohabitar?.

- ¿Alguien se imagina la actual París sin los continuos contrastes entre lo más antiguo y lo más moderno e incluso alguien discute las transformaciones urbanísticas que se produjeron en tiempo del barón de Haussman, o Tinguely y de Niki de Saint-Phalle en la fuente de la plaza Igor Stravinsky junto al Centro Pompidou –impactante edificio realizado por Renzo Piano y Richard Rogers en una plaza ecléctica-

- El puente de la Cruz del Rastro en Córdoba ¿es mejor que el proyectado en su momento por Calatrava?

- ¿Se integrará definitivamente el Guadalquivir en Córdoba, tras la creación del “Balcón del río” en la margen derecha y los proyectos de Koolhaas y el centro de arte contemporáneo en la izquierda?.
 A partir de estas construcciones ¿perderá importancia el casco histórico cordobés, el mayor espacio reconocido por la UNESCO en España? O bien, por el contrario, ampliará la afluencia del turismo a una ciudad que tiene como una de las funciones principales la turística

Una ciudad ha de ser dinámica. No consiste en que se detenga en el tiempo, sea en época antigua o medieval, sino que debe ir evolucionando de acuerdo con los tiempos .
Sin embargo, no todas las ciudades con historia, como escribía Le Corbusier, son iguales.
En las ciudades patrimonio se ha establecido un debate especialmente interesante: ¿debe convivir lo antiguo con lo moderno?.


La  respuestas  a esta  pregunta depende de la ciudad en la que nos situemos .

Esta cuestión probablemente quede muy abierta y surgirán defensores/as o detractores/as después de cada una de las actuaciones que se realicen. Lo permitido a algunas ciudades, el caso de París es extremo, no se hace con otras. Por ejemplo ahora en Córdoba se eliminó la construcción de “La Torre Prasa” o “El ojo del califa” –el lugar que está ocupado hoy por el Hotel Palacio Córdoba u “hotel oxidado”-, fuera del casco histórico ya en la zona del ensanche decimonónico y que se quiere comparar con la Torre Triana proyectada en Sevilla. Igualmente está en el recuerdo el puente de Calatrava o, incluso, las críticas que ha recibido el proyecto del Palacio del Sur de Koolhaas –con la esperanza de que alguna vez se construya-

3. Las ciudades y el turismo. Turismo/desarrollo sostenible o ecoturismo y su relación con la  educación

El patrimonio es en la actualidad un importante motor de actividad económica a través del turismo; sin embargo se puede correr el riesgo de que una ciudad patrimonio acabe siendo fagocitada por lo que en parte la alimenta. “.

La autenticidad es también resultado de la vitalidad del patrimonio. Las ciudades deben estar vivas, habitadas, no convertidas en museos. El turista huye cada día más de los entornos esterilizados, estáticos y museificados en que se están convirtiendo muchos centros históricos...”.

Pedro Ruiz Pérez como coordinador del Taller Internacional sobre “Turismo, diversidad cultural y desarrollo sostenible” escribe:

“Las Ciudades Patrimonio son aquellas en que el legado de los siglos alcanza tal dimensión de riqueza y densidad que los componentes material (urbanismo, monumentos, espacios, obras de arte...) e inmaterial (fiestas, costumbres, formas de vida y expresión...) resultan inseparables y se potencian mutuamente.

En esa doble dimensión se entrecruzan las relaciones entre habitantes y visitantes y se definen las características de la intervención adecuada para dar a la realidad del turismo un tratamiento específico y adecuado a las necesidades y expectativas de todos los elementos participantes en una actividad fundamental en el desarrollo sociocultural y económico en el mundo presente.

Analizar el concepto de turismo  sostenible o ecoturismo como una de las actividades principales en una ciudad patrimonio.

...

La percepción actual e institucionalizada de los paisajes encierra la persistencia del mito romántico, pero de un mito que ya no brota de la individualidad creadora, sino de un filtraje cultural normalizado, y en el que la oscuridad tenebrosa y temible de lo salvaje ha sido sustituida por la luz melosa de un atardecer colorista. Todo apunta a que su calidad como mito, en cuanto forma de percepción y representación interior, se ha empobrecido, al menos en esta versión de mercancía cultural producida en serie y masivamente “tematizada” y distribuida (romanticismo dominguero).

La sostenibilidad, concepto acuñado en la Cumbre del Río en el 92, poco a poco se extiende a la ciudad –ecourbanismo-. Recordar que una de las mercancías culturales de mayor auge y demanda en las sociedades desarrolladas contemporáneas es precisamente la naturaleza convertida en paisaje.

Ashworth plantea en su trabajo Historicidad, turismo y política urbana que los productores de patrimonio se aprovechan cada vez más del desarrollo turístico como explotadores, degradadores y contaminantes irresponsables de los recursos patrimoniales. El turismo se contempla como una de las causas principales del daño físico, la intrusión visual y, lo peor del todo, “del daño psíquico de la autenticidad, integridad o simplemente calidad de los paisajes culturales, las ciudades, los edificios, las objetos y las representaciones”.

 Surgen las preguntas:


  • ¿Se debe primar la defensa del patrimonio o los posibles empleos en el sector turístico, aunque perjudiquen al primero (impacto visual de tiendas de souvenirs en caso histórico, excesivo número de establecimientos como bares... que provocan contaminación visual, acústica...?
  • ¿Prioridad para lo histórico o para el modo de vida del siglo XXI?
  • ¿Se puede establecer una actividad económica basada casi exclusivamente en el patrimonio, por muchas derivaciones que pueda tener, ya que puede ser, como todo lo que depende del turismo muy inestable o coyuntural –problemas de crisis económicas en turistas, retraimiento por problemas vinculados a atentados terroristas...-?
Una parte de las posibles respuestas las refleja Juan Manuel Becerra García. Reconoce que en ocasiones los planes de protección de conjuntos históricos se tachan de “fachadistas” al mostrar en la práctica una atención especial a aspectos relacionados con la imagen exterior de las edificaciones y al ambiente de sus calles y plazas. Continúa reconociendo que tanto la legislación del patrimonio histórico autonómica como la estatal se decantan por una tipología deplanes de protección que entre sus determinaciones contemplen aspectos tales como el mantenimiento de las tramas urbanas, de las tipologías arquitectónicas, el uso residencial o el de las actividades tradicionales... “...la formalización del plan de protección en un Conjunto Histórico estará determinado por los valores identificados en el mismo, lo que determina la concreción de planeamiento de protección: valores monumentales, arquitectónicos, morfológicos, tipológicos, ambientales, de perspectiva, de uso y actividad, de fiestas y tradiciones, de ubicación y entorno, de relación y movilidad, valores de superposición (entornos, arqueología subyacente y emergente), etc.

Asimismo es necesario una vez aprobados los planes de protección, un programa de actuaciones e inversiones  que sirva de base para un compromiso entre las administraciones actuantes a favor de la conservación del Conjunto Histórico, y que permita por un lado dotar a los Ayuntamientos que lo precisen, de unos técnicos cualificados, y por otro, garantías de inversión suficiente para ejecutar las políticas de protección y conservación previstas en los planes

Los habitantes de la ciudad   también los de su área de  influencia. Conseguir que los habitantes de nuestras ciudades las respeten y cuiden, aunque sin convertir estas zonas en espacios-museo. Han de ser zonas vivas, integradas en la vida cotidiana. Sin embargo es absolutamente vergonzoso ver cómo zonas del casco histórico están repletas de excrementos de perros, de papeles... muy a pesar de que continuamente brigadas de obreros y obreras se dedican a limpiar.

La actuación de administraciones locales (ayuntamientos y diputaciones) como la autonómica (especialmente Cultura y los gabinetes pedagógicos) y la estatal. Hay que buscar estrategias para conseguir este punto.

Desde la escuela, desde la familia, desde las administraciones públicas debemos cuidar la ciudad y el patrimonio incluido en ella. Para una persona la amnesia es casi como condenarla a muerte en vida. Para una colectividad acabar con el legado histórico es como condenarnos a una amnesia colectiva.

Adaptación realizada por Teodosio Serrano, a partir de la Ponencia  de Paco Luque en CEP DE CÓRDOBA , 29 de octubre 2009